Hija trasladó la boda a la sala de hospital para su madre moribunda

Elizabeth soñó que su madre gravemente enferma tendría tiempo de verla con un vestido de novia, y decidió celebrar una ceremonia a su lado. Fue el último regalo para la mujer que le dio la vida y el amor.

Elizabeth Bazoski y su prometido Ivo llevaban muchos años en una relación, pero pospusieron la boda debido a la mala salud de la madre de la novia. Hace 16 años, Magda, de 46 años, fue diagnosticada con cáncer de mama. El tratamiento funcionó y se recuperó. Pero recientemente la enfermedad regresó, y de inmediato con metástasis en los pulmones. Magda fue ingresada al hospital. La familia esperaba lo mejor, pero la mujer empeoraba, y luego los médicos dijeron que no había posibilidad, y pronto Magda se iría. Elizabeth se sintió abrumada por la ira, no creía en lo que estaba sucediendo, pero entendía que no quedaba tiempo en la montaña. La chica decidió hacer lo que había estado planeando durante mucho tiempo: casarse con el hombre que amaba, tanto que su madre pudiera asistir a la ceremonia.

La mujer australiana escribió una carta a la administración pidiendo permiso para celebrar la ceremonia en la capilla del hospital. Después de recibir el consentimiento, Elizabeth organizó la celebración en cinco días. Los padres de Ivo salieron urgentemente de Canberra para ayudar a la pareja. Todos los propietarios de negocios a los que Elizabeth acudió, al enterarse de la situación de la chica, intentaron cumplir con el pedido más rápido, incluida la diseñadora de vestidos de novia, que cosió un traje en solo unos días, lo que normalmente lleva un año de trabajo.

El día de la boda, Elizabeth se sentó al borde de la cama del hospital para prepararse para la llegada del novio y escuchó la débil voz de su madre: “Gracias, estás muy hermosa”.

El hermano y el yerno de la novia llevaron a Magda, acostada en la cama, a la capilla. La mujer encontró la fuerza para aplaudir y permaneció consciente todo el tiempo. Según Elizabeth, durante toda la ceremonia estaba muy nerviosa y preocupada por su madre, por lo que casi todas las fotos la muestran mirando en su dirección. Y sin embargo, para la novia, este día se convirtió en “el mejor y más especial en todo”.

Al día siguiente, la pareja tuvo una cena de bodas en la ciudad. Esa noche, junto a Magda estaba su hermana. Las mujeres observaron la celebración en tiempo real a través de una pantalla de computadora. Esa misma noche, Magda se fue.

Muchas personas que conocieron la historia de Elizabeth a través de las redes sociales le preguntaron si lamentaba que su boda resultara ser poco convencional. Pero la novia se sorprende ante tales preguntas. “No podría haber sido mejor”, responde. “Me casé en presencia de mi madre, y eso es lo más importante. Fue la mejor decisión de mi vida y la más sensata”.

En una entrevista con The Epoch Times, Elizabeth habló sobre cómo era su madre. Según la chica, era una mujer con un “corazón tierno, pero un carácter muy firme y fuerte”. Toda su vida encontró tiempo para ayudar a otras personas, pero no en detrimento de sus hijos: Magda era inseparable de sus hijas. “Me gustaría contarle mucho más”, dice Elizabeth. “Ella fue la primera persona a la que acudí en busca de consejo, con quien compartí secretos. No será suficiente para toda la vida aceptar que ya no está aquí”.

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Vida Cotidiana